La Enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que no sólo ocasiona una progresiva e irreversible pérdida de las funciones cognitivas, sino que también es un factor de riesgo de malnutrición para las personas que lo padecen.
Entre los múltiples factores que pueden provocar malnutrición en estos pacientes, cabe destacar: la hiperactividad, la confusión de horarios, la distracción, la dificultad para masticar y tragar, la alteración de gusto y olfato, etc. Cada vez se hace más hincapié en que la dieta equilibrada es un factor que contribuye a que el anciano padezca menos enfermedades.
Concretamente, algunos estudios evidencian un menor riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer en sujetos que comen abundante pescado.
Las personas de edad avanzada presentan una disminución de las necesidades energéticas, pero no de las necesidades proteicas y, concretamente las enfermos de Alzheimer, presentan un aumento
de las necesidades tanto energéticas como proteicas. Se estima que un 50% de estos enfermos presentan desnutrición. Vamos a enumerar, muy someramente, una serie de reglas y consejos para una correcta alimentación de los pacientes con Alzheimer.
Consejos generales
1. Realizar comidas frecuentes, muy nutritivas y poco abundantes.
2. Procurar que el enfermo coma sentado a la mesa, en un ambiente tranquilo.
3. Preparar los platos con una buena presentación, coloristas, con buen olor.
4. En fases avanzadas de la enfermedad puede ser necesario preparar los platos de manera especial, con otro tipo de consistencia,con texturas suaves, sin mezclar sabores ni aromas.
5. Preparar alimentos que se puedan comer con las manos.
6. Variar todo lo posible los alimentos para evitar déficits nutricionales.
7. Mantener una buena higiene bucal y dental.
8. Si hay riesgo de que el enfermo se lesione, utilizar utensilios de plástico.
9. Siempre que sea posible, procurar que el enfermo coma él solo.
10. Evitar la presencia de grumos, espinas, huesecillos.
11. Beber abundante cantidad de agua, y, si existe dificultad para deglutir líquidos, utilizar espesantes. La buena hidratación del enfermo es tan importante como una buena higiene
general.
REGLAS GENERALES PARA UNA BUENA ALIMENTACIÓN
a. La alimentación hiperproteica fortalece el tejido muscular y la piel. La mayor proporción de proteínas se encuentra en las carnes rojas, el pescado azul, huevos, leche y verduras frescas. Las proteínas deben constituir no menos del 25% del total de la alimentación diaria.
b. Los carbohidratos (patatas, legumbres, pasta), aportan sensacion
de saciedad por lo que no es aconsejable abusar de los mismos. Una diera equilibrada no debe llevar más del 20% del total en forma de hidratos de carbono.
c. Las grasas siempre son necesarias, sin abusar de ellas, y siempre son mas aconsejables las de origen vegetal: Aceite de oliva, girasol, etc.
d. Siempre es previsible que estos enfermos presenten un déficitº
de vitaminas, sobre todo de Vitamina C. Por eso es aconsejable darles más frutas y verduras frescas. Con este buen hábito evitaremos también la aparición de estreñimiento.
e. Recordar siempre que todas las personas mayores suelen tener
disminuida la sensación de sed. A los enfermos de Al zheimer es preciso darles agua con frecuencia.
f. Cuando un paciente se niega a comer, intentar explicar por qué ocurre: Cambio de lugar de la comida, hace frío en esa sala, hay mucho ruido, la comida está fría o excesivamente caliente, tiene algún dolor, presenta estreñimiento, el cuidador tiene prisa por darle la comida.
g. Cuando un paciente está encamado, debemos aportar con más razón una dieta hiperproteica para evitar la aparición de úlceras por decúbito. En general, un enfermo de 65 kg. de peso debe ingerir lo equivalente a 1.560 kcal. por día, y algo más de la cuarta parte de los alimentos deben ser proteínas.
h. En las fases avanzadas de la enfermedad, puede ser necesario la alimentación por sonda nasogastrica y, en estos casos, es preciso extremar las medidas higiénicas con la sonda, limpiar la boca con frecuencia, al igual que las fosas nasales.
i. Por último, recordar que hay muchos fármacos que interfieren con la normal absorción de nutrientes, por lo que, a pesar de mantener una buena alimentación, pacientes polimedicados, pueden presentar déficits graves de nutrientes.
Como ejemplo sirva la Carbamacepina, fármaco utilizado para la agitación en estos pacientes. Dicho fármaco puede provocar alteraciones en la absorción del calcio, ácido fólico, vitaminas del grupo 13 y D, etc.
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